Otra temporada de carreras está llegando a su fin. Es un tiempo para reflexionar sobre las metas que logramos y las metas que no resultaron como estaba previsto.
Volver a lo básico
Sin tener carreras próximas debido al final de la temporada, uno debe centrarse en lo básico: disfrutar de un entrenamiento, sin el reloj que te apura a mantener un ritmo, o alcanzar un tiempo específico. Si bien una carrera, por lo general, es un motivador fuerte, a veces puede hacernos perder de vista el objetivo número uno: la alegría de mover nuestro cuerpo. Cuando nos centramos en esta alegría nos damos cuenta de las cosas pequeñas, como las vistas y los sonidos, disfrutar de un fondo con amigos… En realidad, correr no se trata de ganar. Correr se trata de pasarlo bien, de distraerse. Aprovecha y deja el reloj en casa, renuncia (temporalmente) a cualquier programa de entrenamiento y presta atención a las pequeñas cosas.
Tiempo de conexión
Libre de los confines de un programa de entrenamiento rígido puede ser que te encuentres corriendo más con amigos y familia. Cuando te encuentras con amigos en el camino, puedes unirte a ellos, disfrutar la compañía y olvidarte de alcanzar ritmos agotadores. Son esas oportunidades las que te permiten ser un corredor más social y conectar con la gente mientras que hace el deporte que uno ama.
Consejo: tomáte un tiempo para correr con un amigo o miembro de la familia, incluso si son más lentos o más rápidos que tú. Ir en un entrenamiento de grupo o correr en una nueva ubicación. Y no tengas miedo de cambiar tu entrenamiento.
Correr en vacaciones
El hecho de viajar y no tener una carrera a corto plazo, te permite hacer algunos cambios. Obviamente, dadas las circusntancias, poniendo menos énfasis en los entrenamientos, puedes elegir algunos lugares para salir a correr/pedalear por rutas basadas en los paisajes o la ubicación, en lugar del típico lugar de entrenamiento. Con este enfoque puedes ser más aventurero y dirigirte hacia a nuevas experiencias.
Consejo: Elegir ocasionalmente algún tipo de ejercicio que en vez de beneficiar a las piernas y los pulmones, alimenten tu corazón y el alma. Tal vez esas metas anuales y planes insatisfechos tienen un resquicio de esperanza. Te aseguro que pequeños cambios darán en tu nueva temporada un giro inesperado, así que ya sabes: éste es el momento de encontrar experiencias y ventanas de oportunidad, incluso de resetearte un rato.