Tal vez te estás recuperando de una lesión o quizás la vida te haya tenido ocupado en otras cosas; Cualquiera que sea el motivo del descanso, es posible que te estér preguntando cómo volver a una rutina de un entrenamiento regular. Cada situación es única: reanudar el entrenamiento después de una fractura por estrés se verá muy diferente a una interrupción causada por el trabajo o un viaje, pero si sigues algunas pautas simples, tu regreso a la carrera puede ser sencillo.
Primero, determina si realmente estás listo para reanudar el entrenamiento. Si luchaste contra una lesión o enfermedad, asegúrate de estar físicamente saludable antes de volver a correr. ¿Estás durmiendo lo suficiente? ¿Tienes molestias y dolores? Si tu lesión fue causada por un desequilibrio muscular, considera consultar con un médico o fisioterapeuta para trabajar en el fortalecimiento de los músculos débiles. No hay nada peor que volver a correr solo para lesionarse una semana después.
Empezar de nuevo. Borre los datos de su reloj GPS, de modo que seas recompensado con un nuevo conjunto de registros de distancia y velocidad. Lo último que quieres hacer es comparar cada carrera con el lugar donde estuviste antes. Obséquiate con unas nuevas zapatillas y equipo también. Lo que condujo a tu ruptura está en el pasado; Es hora de celebrar el camino que tienes por delante.
Facilidad de entrenamiento. No escatimes en los descansos. De hecho, pueden ayudarte a evitar lesiones y permitirte cubrir más distancias. Si ha pasado un tiempo desde que corriste, intenta alternar dos minutos de caminata con dos minutos de carrera. A medida que mejores tu condición física, aumenta gradualmente la cantidad de tiempo que pasas corriendo y reduce el tiempo de caminata (por ejemplo, tres minutos seguidos de una caminata de un minuto, cuatro minutos seguidos de una caminata de 30 segundos, etc.).
Hazlo divertido. Volver a estar en forma siempre es un desafío, pero hay algunas cosas que puede hacer para que sea más placentero. Compartir con un compañero tu preparación semanalmente (o diariamente) es un plus de compromiso además de ser más distraído el entrenamiento. Únase a un grupo de corredores locales para añaidrr una conversación interesante a sus kilómetros. O incluso corra unos kilómetros con su perro o sus niños. No se preocupe por la distancia o el ritmo, el objetivo de la mayoría de estas primeras carreras es volver a familiarizarse con el deporte.
Elige un objetivo. Una vez que hayas estado corriendo con regularidad durante algunas semanas, podría ser el momento de comenzar a pensar hacia dónde quieres que vaya tu carrera. Tal vez estés listo para comenzar a entrenar para un 5K. O quizás una divertida carrera de relevos está en tu lista de tareas pendientes. Si no estás listo para correr, ¡eso también está bien! Establece una meta para la constancia: digamos, correr tres veces por semana o completar una carrera más larga cada domingo. Trabajar hacia una meta, cualquiera que sea, puede darte un objetivo por el que correr.
Finalmente, plan de obstáculos. Ahora que está de vuelta para entrenar, es hora de identificar y evitar las cosas que podrían conducir a otra ruptura en la carrera. Si eres propenso a las lesiones, haz un plan para el entrenamiento de fuerza y los ejercicios de propiocepción. O si la familia y el trabajo lo mantienen ocupado, piense en maneras de adaptarse según sus horarios, viajes, compromisos familiare… Ahora que estás de vuelta en las carreteras, ¡disfruta de esos kilómetros!