La mayoría de corredores tienen un vínculo especial con las zapatillas que utilizan para sus carreras. Es como una relación de cariño y confianza en la que el atleta se siente seguro si le acompañan sus queridas zapatillas que ya le han dado más de una alegría. Si es su caso, no deje de mimarlas y deles un trato adecuado. ¿Cómo puede hacerlo? Aplicando estos sencillos consejos para mantener sus zapatillas limpias y en buen estado: No lave sus zapatillas en la lavadora.

El barro, la arena o la suciedad que puedan tener se debe limpiar con un cepillo, un poco de agua caliente y un jabón antigrasa. Es recomendable hacerlo periódicamente, por ejemplo, cada dos o tres semanas. Casi el cien por cien de las zapatillas que se comercializan en la actualidad traen una plantilla extraíble de serie. Retírela y lávela por separado, de esta manera la parte interior de la zapatilla mantendrála frescura. Los cordones también se pueden lavar por separado e incluso sustituirlos por otros en mejor estado. A la hora de secar las zapatillas, no las coloque junto a aparatos que emitan calor, como radiadores o calefacciones.

El calor deforma el calzado y eso es algo que adulteraría la propia estructura de la zapatilla y todo su funcionamiento. Para secarlas, puede llenarlas de papel de periódico que empape el agua y la humedad del interior. Déjelas en reposo hasta el día siguiente.