Reducir a la mitad la cantidad de sal que consumimos por día (en el 85% de los casos, a través de los alimentos procesados que ingerimos) tendría casi los mismos beneficios para la presión que los 30 minutos diarios de caminata recomendados para cuidar el corazón.
Un informe de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA) sobre más de 20 efectos positivos de seis cambios del estilo de vida indica que es posible disminuir «más de 20 milímetros de mercurio (mmHg)» los valores de la presión. Para la entidad, mejorar la alimentación, controlar el peso, aumentar la actividad física y dejar de fumar son «una terapia eficaz, sin efectos adversos».
3 de cada 10 mayores de 18 que viven en las ciudades son hipertensos. Es decir que sus valores de presión son de 140-90 mmHg o más. Ocho de cada 10 que mueren por una enfermedad cardiovascular tenían hipertensión. En un hipertenso, 20 mmHg menos podrían llevar sus valores a un rango «normal».
«Es una enfermedad silenciosa, asintomática y letal que sólo se puede detectar con el control de la presión», indicaron desde la SAHA, que promueve los tratamientos centrados en el cambio de hábitos.
Reducir la comida «industrializada» en la mesa diaria permite, también, bajar el consumo de sal. «Hay excelentes tratamientos farmacológicos, pero sin cambios profundos en el estilo de vida no ofrecen todos los beneficios que son capaces de dar. Por eso, el tratamiento debe ser integral», indicó a través de un comunicado Arnoldo Kalbermatter, miembro de la SAHA. Otros pequeños pasos:
Bajar de peso
- Disminuye entre 5 y 20 mmHg la presión por cada 10 kg menos o 1 mmHg por cada kilo que adelgaza una persona hipertensa con sobrepeso.
- Previene la hipertensión.
- Reduce la cantidad de fármacos necesarios para el tratamiento.
- Favorece otros factores de riesgo, como la diabetes o el colesterol alto.
- Potencia los beneficios de reducir el consumo de sal e incorporar actividad física.
Comer frutas y verduras
- La alimentación rica en verduras, frutas, lácteos descremados y pescado reduce entre 8 y 14 mmH la presión.
- Disminuye el riesgo de infarto y accidente cerebrovascular (ACV).
Beber con moderación
- Limitar el consumo de alcohol a dos copas diarias los hombres y a una las mujeres disminuye entre 2 y 4 mmHg la presión.
- Reduce el riesgo de infarto.