Page 7 - Corricolari es correr
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visto en la Red
 Los elementos “no vivos” de la   que, en plena canícula, callan de golpe las cigarras”,   Agua: la ducha consciente
            reflexiona.
                                                            “Ducharse es un acto cotidiano en el que apenas
            Esta bióloga recomienda “buscar el silencio, entendido   reparamos” señala Hueso, que propone hacerlo “de forma
 naturaleza que cuidan de nuestro   como la ausencia de ruido, saliendo un rato a un espacio   consciente, sintiendo el agua tibia caer sobre la cara y el
            tranquilo, buscando el momento más propicio para ello.
                                                            cuerpo a modo de caricia, percibiendo cómo poco a poco
 bienestar   En www.efesalud.com  Puede ser un bosque, un parque, una plaza, temprano por   el agua nos moja en todos los rincones, como un abrazo
                                                            lento”.
            la mañana”.


            “Sentémonos a escuchar el silencio. Percibiremos algún   “Reparemos en las gotas que resbalan por la piel; en la
 El aire, el agua, el suelo y diversas formas de energía son elementos   sonido: el trino de un ave, el viento, tal vez un ladrido   temperatura, la textura y el brillo del agua. Ese agua algún
            lejano. Quizá oigamos un coche. Dejemos pasar ese ruido   día fue lluvia, algún día fue río… y ahora vuelve al
 abióticos (no vivos) de la naturaleza que benefician a nuestra salud y   y concentrémonos en los sonidos que nos dan placer. Poco   medioambiente habiendo pasado por nuestra piel,
 a nuestro bienestar físico y mental. Estos cuatro elementos pueden   a poco nuestra respiración se irá calmando y nos   llevándonos consigo”, destaca.
            sentiremos más a gusto con nosotros mismos” asegura.
 funcionar como vacunas o antídotos contra los llamados “males del      Suelo: un contacto sanador
            Aire: la caricia del viento                     “Si encontramos un suelo que esté seco y limpio, sugiero
 siglo XXI”, como el estrés y la ansiedad.   Katia Hueso propone “salir un día de viento a un espacio   tumbarse en ese terreno, ya sea de hierba, arena o tierra,
            abierto: idealmente la playa o la montaña, pero puede ser   cerrar los ojos y pensar en lo que tenemos debajo” indica
            también un parque más o menos grande”.          Hueso.
 La bióloga Katia Hueso, profesora en la Universidad Pontificia
 de Comillas, explica que contemplar entornos naturales
 agradables y seguros, produce bienestar y relajación en el ser
 humano, y que algunas formas de vida vegetal, animal y
 microbiológica, son la fuente de sustancias terapéuticas,
 pero además la naturaleza contribuye a cuidar nuestra salud
 a través de sus factores inanimados.

 Y de estos componentes inanimados y su relación con los
 seres humanos, la especialista en medioambiente hace
 una panorámica en su libro “La naturaleza que nos cuida”.

 “Los elementos, seres vivos y escenarios de la naturaleza
 que cuidan de nuestra salud son muchos más de los que
 acostumbramos a pensar”, afirma la consultora en
 medioambiente  y sostenibilidad y creadora de la primera
 escuela infantil al aire libre en España.

 “Desde la grandiosidad de un bosque maduro a la flora
 bacteriana de nuestro intestino, el efecto terapéutico de
 la naturaleza está en los detalles. Podemos percibirlos en
 la naturaleza silvestre, el balcón de casa, un hospital o
 incluso una prisión y, todos ellos, son beneficiosos y
 necesarios” para el bienestar, apunta.

 Pero la naturaleza también contribuye a preservar nuestra salud
 de muchas maneras que no solemos percibir, por ejemplo a
 través de sus elementos ‘abióticos’, es decir aquellos
 componentes de un ecosistema que no tienen vida pero influyen
 en los seres vivos que forman parte de dicho ecosistema, los
 cuales se denominan de otra manera: factores ‘bióticos’.

 El aire, el agua, el suelo y diversas formas de energía y las
 distintas formas en que pueden beneficiar nuestra salud y
 bienestar físico y mental pueden funcionar como vacunas
 o antídotos de la naturaleza contra los “llamados ‘males
 del siglo XXI’, como el estrés y la ansiedad, causados por   ondas procedentes de la vibración del objeto que les da   “Dejemos que el aire nos despeine, nos sacuda la ropa y que se   “Debajo de nosotros, muy, muy al fondo, bulle el
 el estilo de vida, la presión del trabajo o los estudios, el   origen, las cuales se desplazan por algún medio físico,   lleve los malos pensamientos, las preocupaciones y la agenda   núcleo de la Tierra, recordándonos que está viva y es
 omnipresente ruido, el agobiante tráfico, las prisas para   como el aire.   tan apretada (repleta de tareas) que tenemos”, sugiere.   poderosa. Más cerca de la superficie, trajinan millones
 todo, el acoso de las redes sociales, la publicidad, el         de microorganismos que hacen que el suelo sea fértil
 sobreconsumo y otros estresores urbanos, señala.   “Hablar del sonido como fuente de bienestar implica   “Podemos ir acompañados, pero es mejor pasear en   y puedan crecer sobre él las plantas y los alimentos
    también destacar la importancia del silencio, que por   silencio, dejando que el viento poco a poco nos limpie el   que luego comeremos. Sentiremos una conexión
 Katia Hueso propone, a petición de EFE, unas sencillas   ejemplo forma parte de la música y que es lo que nos   cuerpo y la mente. Volveremos a casa con los ojos llorosos   telúrica y atávica con todo ello”, concluye la bióloga
 prácticas que podemos aplicar en nuestra vida cotidiana   permite apreciar mejor su belleza. Su valor como   y las mejillas sonrosadas por el viento, pero con   en relación a la influencia de la naturaleza en el
 para aprovechar cada uno de los cuatro elementos   herramienta de bienestar y conexión es conocido desde   renovados vigor e ilusión”, destaca la especialista.   bienestar.
 abióticos durante la semana o en los fines de semana.   tiempo inmemorial”, explica Hueso.

 Energía: el poder de silencio   “Hay momentos en que el silencio casi se puede oír en la
 El sonido está considerado como una forma de energía,   naturaleza: el instante que precede a la nevada, el espacio
 denominada energía sonora o acústica, trasmitida por las   tenso que transcurre entre el rayo y el trueno, el segundo en
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