Page 6 - Corricolari es correr
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visto en la Red
            Los elementos “no vivos” de la                                                                                      que, en plena canícula, callan de golpe las cigarras”,   Agua: la ducha consciente
                                                                                                                                reflexiona.
                                                                                                                                                                                 “Ducharse es un acto cotidiano en el que apenas
                                                                                                                                Esta bióloga recomienda “buscar el silencio, entendido   reparamos” señala Hueso, que propone hacerlo “de forma
            naturaleza que cuidan de nuestro                                                                                    como la ausencia de ruido, saliendo un rato a un espacio   consciente, sintiendo el agua tibia caer sobre la cara y el
                                                                                                                                tranquilo, buscando el momento más propicio para ello.
                                                                                                                                                                                 cuerpo a modo de caricia, percibiendo cómo poco a poco
            bienestar                                                                     En www.efesalud.com                   Puede ser un bosque, un parque, una plaza, temprano por   el agua nos moja en todos los rincones, como un abrazo
                                                                                                                                                                                 lento”.
                                                                                                                                la mañana”.


                                                                                                                                “Sentémonos a escuchar el silencio. Percibiremos algún   “Reparemos en las gotas que resbalan por la piel; en la
            El aire, el agua, el suelo y diversas formas de energía son elementos                                               sonido: el trino de un ave, el viento, tal vez un ladrido   temperatura, la textura y el brillo del agua. Ese agua algún
                                                                                                                                lejano. Quizá oigamos un coche. Dejemos pasar ese ruido   día fue lluvia, algún día fue río… y ahora vuelve al
            abióticos (no vivos) de la naturaleza que benefician a nuestra salud y                                              y concentrémonos en los sonidos que nos dan placer. Poco   medioambiente habiendo pasado por nuestra piel,
            a nuestro bienestar físico y mental. Estos cuatro elementos pueden                                                  a poco nuestra respiración se irá calmando y nos   llevándonos consigo”, destaca.
                                                                                                                                sentiremos más a gusto con nosotros mismos” asegura.
            funcionar como vacunas o antídotos contra los llamados “males del                                                                                                    Suelo: un contacto sanador
                                                                                                                                Aire: la caricia del viento                      “Si encontramos un suelo que esté seco y limpio, sugiero
            siglo XXI”, como el estrés y la ansiedad.                                                                           Katia Hueso propone “salir un día de viento a un espacio   tumbarse en ese terreno, ya sea de hierba, arena o tierra,
                                                                                                                                abierto: idealmente la playa o la montaña, pero puede ser   cerrar los ojos y pensar en lo que tenemos debajo” indica
                                                                                                                                también un parque más o menos grande”.           Hueso.
            La bióloga Katia Hueso, profesora en la Universidad Pontificia
            de Comillas, explica que contemplar entornos naturales
            agradables y seguros, produce bienestar y relajación en el ser
            humano, y que algunas formas de vida vegetal, animal y
            microbiológica, son la fuente de sustancias terapéuticas,
            pero además la naturaleza contribuye a cuidar nuestra salud
            a través de sus factores inanimados.

            Y de estos componentes inanimados y su relación con los
            seres humanos, la especialista en medioambiente hace
            una panorámica en su libro “La naturaleza que nos cuida”.

            “Los elementos, seres vivos y escenarios de la naturaleza
            que cuidan de nuestra salud son muchos más de los que
            acostumbramos a pensar”, afirma la consultora en
            medioambiente  y sostenibilidad y creadora de la primera
            escuela infantil al aire libre en España.

            “Desde la grandiosidad de un bosque maduro a la flora
            bacteriana de nuestro intestino, el efecto terapéutico de
            la naturaleza está en los detalles. Podemos percibirlos en
            la naturaleza silvestre, el balcón de casa, un hospital o
            incluso una prisión y, todos ellos, son beneficiosos y
            necesarios” para el bienestar, apunta.

            Pero la naturaleza también contribuye a preservar nuestra salud
            de muchas maneras que no solemos percibir, por ejemplo a
            través de sus elementos ‘abióticos’, es decir aquellos
            componentes de un ecosistema que no tienen vida pero influyen
            en los seres vivos que forman parte de dicho ecosistema, los
            cuales se denominan de otra manera: factores ‘bióticos’.

            El aire, el agua, el suelo y diversas formas de energía y las
            distintas formas en que pueden beneficiar nuestra salud y
            bienestar físico y mental pueden funcionar como vacunas
            o antídotos de la naturaleza contra los “llamados ‘males
            del siglo XXI’, como el estrés y la ansiedad, causados por   ondas procedentes de la vibración del objeto que les da   “Dejemos que el aire nos despeine, nos sacuda la ropa y que se   “Debajo de nosotros, muy, muy al fondo, bulle el
            el estilo de vida, la presión del trabajo o los estudios, el   origen, las cuales se desplazan por algún medio físico,   lleve los malos pensamientos, las preocupaciones y la agenda   núcleo de la Tierra, recordándonos que está viva y es
            omnipresente ruido, el agobiante tráfico, las prisas para   como el aire.                                           tan apretada (repleta de tareas) que tenemos”, sugiere.   poderosa. Más cerca de la superficie, trajinan millones
            todo, el acoso de las redes sociales, la publicidad, el                                                                                                              de microorganismos que hacen que el suelo sea fértil
            sobreconsumo y otros estresores urbanos, señala.   “Hablar del sonido como fuente de bienestar implica              “Podemos ir acompañados, pero es mejor pasear en   y puedan crecer sobre él las plantas y los alimentos
                                                            también destacar la importancia del silencio, que por               silencio, dejando que el viento poco a poco nos limpie el   que luego comeremos. Sentiremos una conexión
            Katia Hueso propone, a petición de EFE, unas sencillas   ejemplo forma parte de la música y que es lo que nos       cuerpo y la mente. Volveremos a casa con los ojos llorosos   telúrica y atávica con todo ello”, concluye la bióloga
            prácticas que podemos aplicar en nuestra vida cotidiana   permite apreciar mejor su belleza. Su valor como          y las mejillas sonrosadas por el viento, pero con   en relación a la influencia de la naturaleza en el
            para aprovechar cada uno de los cuatro elementos   herramienta de bienestar y conexión es conocido desde            renovados vigor e ilusión”, destaca la especialista.   bienestar.
            abióticos durante la semana o en los fines de semana.   tiempo inmemorial”, explica Hueso.

            Energía: el poder de silencio                   “Hay momentos en que el silencio casi se puede oír en la
            El sonido está considerado como una forma de energía,   naturaleza: el instante que precede a la nevada, el espacio
            denominada energía sonora o acústica, trasmitida por las   tenso que transcurre entre el rayo y el trueno, el segundo en
                                                                                                                                                    https://efesalud.com/naturaleza-bienestar-elementos-no-vivos/


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