
La historia de esta semana tiene como protagonista a Elena Román, una mujer llena de vitalidad, de energía positiva, de ganas, de retos y de sueños. Escucharla es llenarse de luz, por ello os invito a que os deleitéis y comprobéis cómo la vida es cuestión de ACTITUD. Es de Salamanca y tiene 33 años.
Desde el origen de sus días los médicos y sus padres supieron que sus riñones tenían un tamaño superior al habitual. A los 9 meses, una subida de tensión determinó el diagnóstico: poliquistosis renal.
Pero, ¿Qué es la poliquistosis renal?
Explicado de una forma sencilla y para que nos entendamos, se trata de que los riñones son más grandes de lo normal y están llenos de quistes. Eso hace que su funcionamiento trabaje a un tanto por ciento bastante inferior al de la media de la población, y disminuya la función renal de manera progresiva.
Desde que era pequeñita, a los padres de Elena les dijeron que tendría que ser transplantada en algún momento. Esta situación ha sido un hecho y una compañera de vida. Ese punto de partida ha forjado y determinado sus hábitos, su carácter y todos los acontecimientos que han determinado su vida.
Teniendo que construirse de manera estable sobre arenas movedizas, los pilares de la vida de nuestra protagonista han sido: el deporte y la alimentación sana, y su gran filosofía: hacer todo lo posible con aquello que tienes a tu disposición.
Elena no ha dejado de ponerse retos, de cruzar metas y de cumplir sueños, sin compararse con nadie, simplemente intentando ser la mejor versión de su día anterior.
Brilla con luz propia, no solo por su belleza física más que evidente, sino por su talento, su valentía y su resiliencia. Natural, espontánea y sabiendo que no hay nada que perder pues de todo se aprende y todo suma, trata de dejar un legado de esperanza y un mensaje positivo a todas las personas que también padezcan situaciones similares.
Dicen que, el éxito es la suma de pequeños esfuerzos diarios, y que el poder de la mente es algo completamente incuestionable. Elena lo dice y lo demuestra, pues así lo acreditaron los“no me lo puedo creer” de su médico nefrólogo…resulta bonito creer tanto y tan fuerte que, en las mayoría de los casos sea más que suficiente.

Hola Elena, enhorabuena
y gracias por demostrarnos lo importante.
1. ¿Cuándo y cómo te iniciaste en el mundo del deporte?
En realidad, fue mi madre la que con 5 años decidió apuntarme a karate 3 veces por semana. Este fue el primer deporte que practique durante un montón de años hasta conseguir el cinturón negro. A partir de ahí no recuerdo mi vida si practicar algún deporte.

2. Eres muy activa y has practicado multitud de disciplinas. ¿Qué deportes has practicado y cuáles te han gustado más?
Sí, la verdad es que no sé estarme quieta y siempre quiero más. Siempre estoy maquinando para probar nuevos deportes. Ojalá los días duraran 36 horas para hacer todo lo que mi cabeza imagina.
Practico y he practicado snowboard, crossfit, boxeo, ciclismo (siempre de carretera), artes marciales, duathlon y por supuesto mi adorado running por encima de todas las cosas.
Ahora estoy intentando una vez más con el yoga que se me resiste una y otra vez.
3. ¿Cuándo y cómo empezaste a correr?
Mi historia con el running siempre había sido una historia de amor – odio. Toda la vida había querido correr pero no acabábamos de llevarnos bien. Yo lo intentaba una y otra vez pero era de las que vomitaba, me ponía roja como un tomate y estaba al borde del desmayo a los 3 minutos.
Pero no desfallecía, al poco tiempo volvía a intentarlo.
Un domingo, un amigo nos invitó a ir de supporters a un medio IronMan y en vez de ayudarle me pasé toda la mañana llorando (como una magdalena, lo prometo) y pensando en que yo quería conseguir aquello. Ese día tuve claro que iba a conseguir cruzar una meta corriendo fuera como fuera. Y así fue, en tiempos me gana todo el mundo pero a testaruda pocos.
4. ¿Cuáles han sido tus mayores logros deportivos, o con los que más satisfecha te has sentido?
En realidad, por mis limitaciones físicas para mí los tiempos no existen, el reloj es un accesorio para controlar las pulsaciones. Por supuesto que me gusta superarme en cada carrera e intentar mejorar mis marcas, pero para mí ponerme la en la línea de salida siempre es ganar.
Uno de los retos deportivos que recuerdo con más cariño es la meta de Behobia de hace dos años, yo no había pasado del 10K y mis riñones ya funcionaban por debajo de un 20% y me lo quise plantear como un gran reto. Entrené duro durante 3 meses con mi entrenador Alberto Muñón cuidándome muchísimo. Todos mis amigos y mi familia se hicieron una camiseta con dos riñones y un rayo y puedo aseguraros que probablemente fue uno de los días más felices de mi vida. Llegar al Kursal sana y salva con una sonrisa inmensa y ver a mi madre, a mi padre, a mi hermana y a mi novio que tanto han luchado por esta enfermedad tan felices fue el mayor regalo.
Ay Elena, se me pone el bello de punta al escucharte…no hay mayor recompensa en la vida que cumplir retos y hacerlo acompañada de las personas más importantes de tu vida, pues compartirlo es lo más grande. Mi más sincera enhorabuena.

5. Sabemos que, llegó un momento en el cual tras una revisión médica recibiste la noticia de que tus riñones estaban a punto de agotarse. Cuéntanos, qué vino después.
Sí, no llegaron a agotarse del todo, pero, este verano, con una función renal de un 12% en las 3 últimas revisiones pegaron un bajón inesperado. Todo nuestro empeño era no entrar en diálisis porque es una terapia que a pesar de ser la salvación para mucha gente deteriora mucho.
Por eso mi nefrólogo llegados a este punto nos informó que había que empezar a plantearse qué queríamos hacer.
En realidad, esta noticia llegó antes de lo esperado y en un primer momento fue un jarro de agua fría. Tenía un montón de carreras, de viajes y de aventuras programadas por delante y todo paró en seco.
6. ¿Sentiste miedo?, ¿Cómo lo asumiste?
Hasta ese momento pensaba en una persona a punto de ser trasplantada y me venía a la cabeza alguien totalmente demacrado y enfermo y yo me sentía llena de vitalidad.
Fue difícil de asumir, pero cuando la vida te pone en una situación así o te metes en la cama a llorar o coges todas tus armas y te lanzas a la batalla. Y así lo hice, yo y todos los míos.
Nos encontramos miles de contratiempos como cuento en el libro, pero finalmente el 11 de diciembre del año pasado mi hermana me regaló su riñón que a día de hoy funciona a la perfección en mi cuerpo, ¿qué más podemos pedir?
7. La historia de quién te ha donado el riñón, y cómo estás viviendo el proceso es inspiradora y admirable. Cuéntanos, ¿qué te llevó a compartirla, a eliminar barreras y a ser tan transparente con tu situación?
La verdad es que ya desde la poliquistosis a pesar de tener mucha información técnica siempre me ha faltado mucha información emocional y vivencial. Lo mismo me pasó a la hora de enfrentarme al trasplante, por eso decidí y me comprometí con mis seguidores que iba a contarlo todo, los días buenos y los malos (que han sido unos pocos).
El único objetivo de todo esto es intentar ayudar a la gente que el día de mañana tenga que enfrentarse a la misma situación.
A diario recibo mensajes de todo el mundo dándome las gracias por poner toda la carne en el asador y por contar detalles de este proceso. Es gente que ha pasado o está pasando por lo mismo, incluso mamás que tienen hijos recién diagnosticados.
Para mi eso es recompensa más que suficiente a todo el esfuerzo diario.
8. Has hecho conferencias, te han hecho entrevistas en televisión y has escrito un libro donde cuentas tu historia…tienes un gran compromiso con tu lucha y con tu causa. ¿Qué te gustaría conseguir con todo esto?
Día a día simplemente acompañamiento a las personas implicadas en un proceso parecido. Que no se sientan solos, que vean que la vida sigue después de un trasplante o que todo depende de tu empeño y tus ganas.
A largo plazo y soñando grande me encantaría poder conseguir más medios para la investigación. Ya se están haciendo pruebas con riñones biónicos y con mini riñones creados a partir de células madre. Esto tiene que seguir creciendo.
¿Un secreto? Estoy maquinando cómo crear una carrera que ayude a todo esto. Desde aquí invito a todo el mundo que le parezca un proyecto interesante que me lo haga saber.

9. ¿Ha habido algún momento en el que hayas estado a punto de rendirte?
¿Alguno? Infinidad de ellos. Creo que en la época de “la felicidad Instagramera” es necesario contar los momentos más difíciles.
En los últimos 3 meses desde el trasplante ha habido días muy complicados. 3 semanas antes de ingresar estaba corriendo la media maratón de la mujer y un mes después del trasplante estaba tomando 14 pastillas al día, con miles de efectos secundarios (temblores, mareos, náuseas, cambios de humor), revisiones en el hospital cada 48 horas y totalmente limitada físicamente. Os puedo asegurar que, para una persona activa, impaciente y que practica deporte a diario es una situación muy desesperante, para mí y para los que me rodean, por supuesto.
Pero poco a poco veo la luz, ni un solo día he dejado de caminar, primero 2 kilómetros, luego 5, luego 10, luego 15, la bici estática, la elíptica, las pesas de un kilo, las cintas elásticas… Sólo hay que querer, empeñarte y “correr el riesgo”; eso sí siempre escuchando tu cuerpo.
10. Justo ahora, ¿Cómo te sientes y en qué momento de tu proceso de recuperación estás?
En dos semanas hace tres meses del trasplante. Poco a poco los médicos van ajustando la medicación inmunosupresora (para evitar el rechazo del riñón) y ya no tengo tantos efectos secundarios. La hemoglobina sigue subiendo y la anemia que me ha acompañado toda la vida se ha ido.
Según mi nefróloga “estoy como una bestia” y sí, esto ya se parece más a la vida normal. Esta semana espero poder empezar con la bici de carretera poco a poco y la que viene a trotar muy suave.
Si todo va bien y mi riñoncito nuevo sigue mejorando cómo hasta ahora espero poder correr algo el 27 de abril en mi Madrid querido.
El gran reto de este año será volver a Behobia con todos mis amigos, mi familia, mis tres riñones y mi mejor sonrisa.
11. ¿Qué es para ti CORRER?
Para mi correr se ha convertido en una forma de vida. Puede sonar tópico, pero os aseguro que en mi caso es real. Se ha convertido en la mejor terapia para mi enfermedad. Me ha hecho sentirme menos enferma y más viva, me ha hecho superar todos mis miedos y ser consciente de todos mis límites (porque sí, los límites si existen)
Me ha hecho conocer a gente que se ha convertido en indispensable en mi vida, porque correr, para mí es un deporte de equipo a pesar de todo.
Y sobre todo correr me ha enseñado a no rendirme nunca, a ver que si te empeñas puedes, que las metas sólo hay que querer cruzarlas, incluso con unos riñones al 15%.
12. Después de todo lo vivido, superado, y aprendido, ¿qué mensaje te gustaría transmitir al mundo?
Que “Corran el riesgo”. En su vida, en su trabajo, en su entrenamiento diario o en su próxima maratón.
Probablemente correr era el deporte menos indicado para una chica con unos riñones estropeados y una anemia crónica. Probablemente lo más lógico hubiera sido dedicarme al golf. Pero yo quería correr, yo quería cruzar metas y era feliz a golpe de zapatilla. Lo sabía. Lo sentía. Lo tenía claro. ¿Por qué no intentarlo?
Si quieres saber más sobre Elena, puedes vivir su día a día a través de su perfil de instagram: @elenarorun
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