El tobillo es una articulación muy importante dentro de la biomecánica del miembro inferior del corredor, pues es el receptor del impacto contra el suelo, por ende es el encargado de distribuir la fuerza de reacción de la superficie, y así las articulaciones superiores no se afecten por un choque directo. Esto lo realiza mediante el movimiento de dorsiflexión durante la fase de apoyo.

Si este movimiento se ve limitado por un bloqueo articular, un acortamiento muscular del tríceps sural (pantorrilla), etc. La distribución del impacto no será la funcional, provocando que las articulaciones superiores sufran el impacto directo (como ocurre en un taloneo), lo cual es perjudicial para la articulación más próxima (la rodilla). Ahora imagínese este impacto durante 1 hora diaria a más. Es lógico pensar que las consecuencias pueden ser dolores constantes durante el entrenamiento o al terminar, que pueden llegar si no se detecta a tiempo a una tendinitis (femoropatelar), meniscopatia, artrosis, etc.

En conclusión, si tenemos dolores constantes de rodilla y/o cadera, seguramente la causa no está en la misma articulación sino en las articulaciones vecinas ya que el cuerpo humano funciona como un todo y no en partes. Debemos de visitar a nuestro fisioterapeuta de confianza y este determinará después de una evaluación biomecánica la razón del dolor. No hay que automedicarse, esto puede traer te peores consecuencias.