Una buena salud bucodental mejora el rendimiento de los deportistas. Es una afirmación comprobada científicamente que, sin embargo, no cumplen a rajatabla todos los amantes del deporte.
Varios estudios tanto en España como en otros países han establecido una relación directa entre la higiene oral y las lesiones musculares porque las caries o enfermedades como la gingivitis liberan bacterias a la sangre que incrementan el riesgo de lesión muscular.
Además, cuando se corre, se tiende a respirar por la boca, que se nos termina secando y produce menos saliva que es la que actúa como protector de los dientes.
¿Qué deben tener en cuenta los corredores?
- Mantener una correcta higiene bucodental. Seguir los consejos del dentista de confianza: cepillar los dientes después de correr, sobre todo, si se han consumido carbohidratos.
- Evitar el exceso de las bebidas con azúcar o productos como las barritas energéticas porque pueden provocar caries o erosión dental.
- Vigilar las encías porque las enfermedades periodontales extienden las bacterias por todo tu organismo y terminan dañando los músculos y articulaciones.
- En el caso de tener caries, el desequilibrio químico provocado por el ión calcio por la reacción ácida y la necesidad de los dientes del mismo en su estructura generan un desfase en el resto del organismo, provocando alteraciones a nivel de la contracción muscular. Aumentando así el riesgo de lesiones musculares. La aparición de las bacterias cariógenas y su interacción en el torrente sanguíneo, facilita la aparición de lesiones a nivel muscular, tendinoso y articular, al fijarse en las mismas debilitándolas.
- Asimismo, la práctica deportiva, aumenta el trabajo cardíaco, aumentando la frecuencia del riego sanguíneo, facilitando la distribución de la bacteria y sus posibilidades de infectar otras estructuras.
- Igualmente si tiene maloclusión –mal alineamiento de los dientes o mal encaje de los dientes superiores e inferiores entre sí–, puede provocar desequilibrios a nivel de la articulación temporomandibular, y ésta se relaciona directamente con la columna vertebral. Derivando asimismo en problemas no sólo en la citada estructura sino en las asociadas a los miembros inferiores. Aumentando el riesgo de sufrir esguinces o, patologías provocadas por dicho desequilibrio superior.
- Seguir las instrucciones del dentista para masticar de forma correcta. Una maloclusión puede afectar a tus músculos, provocando, incluso, dolor de espalda.
- Tener todas las piezas dentales y en buen estado. Aquellas que faltan hacen más difícil masticar, la alimentación puede verse resentida y la energía a la hora de correr mermada.
- Evitar el consumo de tabaco y alcohol. No sólo es perjudicial para la práctica deportiva, también puede derivar en un cáncer de garganta o de boca.