Un error muy común en los corredores es querer progresar demasiado deprisa y hacer series cuando todavía no estamos preparados para ello. Un corredor novel no debería hacer series hasta que no lleve un mínimo de seis meses entrenando su base aeróbica. Recuerda que estamos hablando de un entrenamiento de calidad y eso es algo que requiere un mínimo de preparación previa. En nuestra primera etapa como corredores es bueno que combinemos los rodajes de carrera continua con ejercicios de fortalecimiento y lograr una armonía en nuestro crecimiento muscular. En cambio, si desde el principio realizamos series lo único que podemos conseguir es sobrecargarnos o lesionarnos, ya que antes hay que acostumbrar a nuestros músculos y a nuestros órganos a esos esfuerzos. En realidad, la introducción de las series en los entrenamientos debe venir determinada por nuestro nivel de condición física. Así, por ejemplo, aunque seamos corredores experimentados, si venimos de una lesión larga que nos ha dejado en el dique seco varios meses, no deberíamos introducir series hasta el tercer mes de la reanudación de la actividad. Si somos principiantes, como decíamos antes, deberíamos esperar al menos seis meses para entrenar series. Por  último, existe un pequeño truco para saber si ya estamos preparados para este tipo de entrenamientos: si tenemos una marca por debajo de 50 minutos en 10 km, posiblemente tengamos la capacidad de empezar a hacer series y mejorar la velocidad.