La natación sin lugar a duda es uno de los deportes más completos. Presenta diferentes beneficios tales como fortalecer y ejercitar todo nuestro cuerpo en simultáneo, menor repercusión e impacto en nuestros músculos en comparación a otros deportes, corrige la postura y además es buena para nuestra frecuencia cardíaca. Además, el agua es el medio más indicado para corregir desequilibrios, fortalecer las articulaciones, mejorar la elasticidad de los músculos y conseguir un desarrollo homogéneo de nuestro cuerpo.
La presión hidrostática
La presión hidrostática o también denominada “Principio de Arquímedes” hace referencia a la presión que ejerce el agua sobre nuestro cuerpo. De forma literal, el teorema es el siguiente: «Un cuerpo total o parcialmente sumergido en un fluido en reposo, recibe un empuje de abajo hacia arriba igual al peso del volumen del fluido que desaloja».
En otras palabras, y para tratar de entenderlo, dentro del agua nuestro peso disminuye. Y es que sólo llega a pesar un 10%, con lo cual si realizamos ejercicios en el agua, seremos capaces de controlar el peso que soportan nuestras articulaciones y músculos, permitiéndonos ajustar los entrenamientos a nuestras propias necesidades.
También hay que tener en cuenta que tanto la respuesta muscular como el centro de gravedad varían para lograr equilibrarnos y poder realizar movimientos. Costarán menos los gestos en la superficie, mientras que serán más difíciles aquellos que se llevan a cabo en el fondo, lo que puede resultarnos muy útil a la hora de corregir malas posturas.
Beneficios físicos de la natación
Tras la lección de física, debemos recapitular para poner el acento en que la práctica de la natación nos puede reportar una serie de beneficios que complementan el entrenamiento, reforzando nuestro estado de forma.
Así, sus puntos a favor son que refuerzan la musculatura respiratoria, aumenta la sujeción muscular y articular, y facilitan el retorno venoso, entre otros aspectos destacados. Pero los ejercicios en el agua también incrementan la percepción sensorial, lo que favorece el desarrollo de un aparato locomotor más fino y más eficaz en sus movimientos. En este sentido, resulta mucho más fácil eliminar los desequilibrios musculares dentro de la piscina, no sólo estirando sino también fortaleciendo nuestros propios músculos.