La playa es el lugar perfecto para fortalecer y ejercitar nuestro cuerpo y mente. Correr en ella es muy provechoso, pero la inestabilidad de su superficie tiene tantos beneficios como riesgos. Aquí te dejamos una lista que deberías tomar en cuenta:
Beneficios:
- El cambio de supercicie y entrenamiento ayuda a trabajar diferentes músculos, así como la frescura que proporciona un ambiente nuevo es ventajoso.
- La brisa marina y el sonido de las olas permiten una mejor conexión mental para el corredor.
- Es recomendable correr con calzado y por la orilla del mar, preferentemente en arena compacta.
- Correr con cuidado por las variaciones en el terreno para fortalecer los tobillos y evitar lesiones.
- Las piernas trabajan con mayor intensidad, al correr con pies descalzos (recomendable sólo para corredores con más experiencia y fuerza muscular) se trabajan los cuadríceps y gemelos.
- La temperatura, humedad y baja presión del ambiente facilitan la recepción de oxígeno.
- Quemas más calorías por la presencia del yodo en la arena y ambiente, se estimula la glándula tiroides facilitándose la quema de calorías.
Riesgos:
- No es recomendable correr en la playa si tienes problemas articulares o tendones débiles. Los desniveles pueden generar lesiones al forzar una pisada antinatural.
- Evitar esta práctica si se han tenido lesiones en los últimos 3 a 6 meses en rodillas y tobillos.
- El desgaste de energía por el tipo de supercicie es superior, por ende no intentar forzar el ritmo e igualarlo a tu ritmo en pista.
- Evitar el exceso de esfuerzo ya que los músculos se sobrecargan.
- La alta temperatura y humedad aumenta el riesgo a deshidratación.
- Protección solar es fundamental. Recomendable correr a las primeras horas de la mañana.