CINTILLA ISQUIOTIBIAL, DOLOR EN LA PARTE EXTERNA DE LA RODILLA

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El Síndrome de Cintilla Iliotibial puede ser una de las lesiones más debilitantes para un corredor y ser tan dolorosa que imposibilite el trabajo de entrenamiento del atleta. Hay que recordar que la cintilla iliotibial es una banda tensa que nace en la cadera, insertada al músculo tensor de la Fascia Lata, y llega hasta el cóndilo externo del fémur, en la parte externa de la rodilla. La Cintilla Iliotibial participa en el movimiento de la rodilla de flexión y extensión, especialmente entre los 30 y 60 grados de movimiento de la rodilla. Este movimiento se repite constantemente a la hora del trote, por eso está listada entre las lesiones más comunes de los corredores. El dolor se localiza en la parte externa de la rodilla, aunque puede irradiarse hacia todo el borde externo de la pierna e incluso hasta la cadera. Sentiremos una sensación de característico en cada zancada. Esta lesión se puede clasificar como leve, moderada o grave dependiendo de la intensidad y la duración de los síntomas. Los atletas que sufren de dolor hacia el final de su actividad y todavía son capaces de seguir corriendo se clasifican como síndrome leve de la banda iliotibial. Cuando el atleta comienza a sentir dolor durante las actividades que soportan peso, como caminar o subir escaleras, se clasifica como síndrome de la banda iliotibial moderada. La condición se clasifica como grave cuando el dolor limita la carrera y llega a ser constante a lo largo de todas las actividades del día. Tratamiento y Recomendaciones: Debido a que el Síndrome de Cintilla Iliotibial es una lesión de uso repetitivo, lo primero que el atleta tiene que hacer es descansar la rodilla. El descanso permitirá la eliminación de la inflamación y la hinchazón en la rodilla. Coloque diariamente hielo (siempre recubierto con un pañuelo o una bolsa, nunca en contacto directo con la piel) en la zona de inserción (cara externa de la rodilla) durante 10 a 15 minutos. Se recomienda también los siguientes ejercicios de estiramiento, que deben tener una duración de 45 a 60 segundos y se pueden realizar varias veces al día. 1. Cruza la pierna lesionada detrás de la otra pierna, llevándola tan lejos como puedas. Empuja las caderas hacia el lado de la pierna que se estira hasta que sienta una tirantez en la parte externa de la cadera. Trata de mantener a la vez la espalda recta. 2. Coloca la pierna lesionada cerca de un banco y llévala detrás de la otra pierna. Lentamente baja el peso del cuerpo con la pierna buena y las manos hasta que sientas un estiramiento en la parte externa de la cadera. 3. Coloca un rodillo de espuma debajo de la parte externa del muslo. Usando los brazos, mueve lentamente el cuerpo hacia arriba y hacia abajo, como un masaje.  4. Baja las cargas del entrenamiento y aumenta los días de descanso. Intenta correr sobre césped para amortiguar el golpe de las articulaciones involucradas. 5. Si el dolor es persistente, consulta a un especialista para el diagnóstico acertado de la lesión y que le indica otro tratamiento lo antes posible.

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