Es lo que se conoce como la huella Ponle Freno, esa marca que continúa después de cruzar la meta de las carreras gracias a los fondos de cada inscripción y que ha logrado recaudar, desde que comenzó su recorrido en 2008, más de 2,5 millones de euros para desarrollar proyectos con diferentes instituciones y organismos dedicados a que las víctimas de accidentes de tráfico puedan tener una mayor calidad de vida o impulsen iniciativas de prevención y concienciación.

Nosotros pudimos vivir el ambiente desde algo más de una hora antes de la salida. Estuvimos rodeados de muchísimos corredores populares y de personas que harían el recorrido de 5 kilómetros andando con una gran sonrisa y ánimo por contribuir a la causa que nos reunía a todos allí, fue bonito cruzarse con familias,amigos y grupos de corredores y andarines llenado los primeros kilómetros de la Castellana en una marea blanca interminable.

El recorrido este año fue diferente al de la edición pasada para los que corrimos la distancia 10K ya que pasamos por lugares como la Puerta del Sol y parte de Gran Vía bajando hasta el ayuntamiento de Madrid.

Otra de las novedades de esta edición ha sido la camiseta técnica que han podido llevar todas las personas inscritas a la carrera de Madrid en su 15º aniversario. Diseñada por JOMA y 100% poliester Interlock, es la primera vez que es de manga larga, con detalles reflectantes en las mismas y una impresión en técnica sublimación, para una mayor transpiración de la prenda y con un estampado exclusivo con motivos sobre seguridad vial.

También gracias a Joma pudimos correr con la zapatilla especialmente diseñada para este evento, una edición especial basada en la Joma R-2000 con un diseño superatractivo que ha tenido gran éxito entre los inscritos a la carrera agotando el stock de muchas de las tallas más habituales. Este gran éxito de venta potencia aún más la causa solidaria ya que Joma ha donando 10€ por la venta de cada zapatilla