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RESILIENCIA. AL RUNNING TRAS UN ACCIDENTE DE COCHE

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Mi nombre es Mariola Doménech Pastor, nací en Alcoy (Alicante) en 1989  y en 2014 volví a nacer, pues tuve un accidente de tráfico severo que me hizo cambiar mi manera de ver las cosas y así lo voy contando en mi blog www.marioladomenech.com.

Desde que tengo uso de razón que soñaba con ser veterinaria. En 2013 me licencié y obtuve la recompensa a toda una vida de estudios enfocada a ese único objetivo. Siempre me había encantado el deporte y desde pequeña que practicaba baloncesto, lo tuve que aparcar los cinco años de carrera. Lo primero que hice al licenciarme fue volver a mi ciudad natal, buscar trabajo y apuntarme de nuevo a un equipo de baloncesto. El año 2013 empezó genial… nada que ver con cómo empezó 2014, pérdida de familiares, de trabajo y accidente.

El 13 de marzo de 2014 sufrí un accidente de tráfico. Cuando abrí los ojos dentro de mi coche hecho añicos, no veía nada y tampoco era capaz de oír… poco a poco fui recuperando la consciencia y el chico con el que me estampé me ayudó a salir del coche. RESULTADO… dos costillas fisuradas, esternón fisurado, desprendimiento del humor vítreo en el ojo, esguince de rodilla y de tobillo.

¿Qué sacamos en positivo? Que desperté. Tras el accidente, recuerdo que la ambulancia me llevaba al hospital atada en la camilla en la parte de atrás, tumbada para no caer y me detuve a pensar que había hecho hasta ahora. ¿La respuesta? estudiar. Es cierto que con ello conseguí ser veterinaria, pero daba la sensación que toda la vida había querido ser eso y lo conseguí y como que me quedé sin propósito… esa temporada se me junto con varias pérdidas de familiares cercanos y me refugié en mi equipo de baloncesto…saliendo hasta tres veces a la semana, eso no era vida, ¡me quedaban tantas cosas que hacer! Si se me hubiera terminado el tiempo en aquel accidente… solo había sido veterinaria pero no había aprendido a disfrutar ni de mi ni del mundo. Ese accidente fue un toque de atención.

Llegó el cambio, me apunté a un club de triatlón (TRIALCOY) y al mes del accidente quise celebrar mi vida y me apunté a un duatlón de los cortitos dónde se corren 5km. Tan encabezonada estaba con la idea de dar portazo al accidente que el duatlón se anuló y como ese día quería hacer algo a toda costa acabé colándome en un Trail de 48km (TRAIL SOLIDARIO ALCOY), yo que lo máximo que había corrido en mi vida había sido 5km. Era en equipos de cuatro y lo típico, entre amigos y conocidos me consiguieron material para disputarlo y un equipo mixto faltos de una chica me acogió. El equipo RUNNING FREE.

Ahí empezó mi andadura en el running. Ellos 43 años, yo 24 y no había corrido en mi vida. Aguanté las ocho horas de trail, nos hicimos amigos, les conté mi accidente, mis dilemas… aquellos alucinaban de que me aguantara el cuerpo…llegamos a meta…PRIMEROS DE EQUIPO MIXTO. Experiencia brutal. En esa carrera uno de mis compañeros me dijo que si esto me gustaba algún día tenía que ir a hacer la OCC de Montblanc, carrera para la que se necesitan puntos y es bastante complicado entrar… Le dije que iría.

Mi segunda carrera fue con ellos. Solo hubo que decir ¡no hay huevos! Jaja 70km 3500 positivos. Ellos se retiraron y yo llegué fuera de tiempo y última, ya sin arco de meta… aunque mis amigos obligaron al speaker a volver a montarlo. Juré que me vengaría y en octubre de 2017 de vengué, volví y conseguí el pódium.

Desde entonces he estado compitiendo a más alto rendimiento para conseguir ir a la OCC de Montblanc y me enorgullece decir que… ¡este año voy! ¡Conseguí lo prometido!

El running, me ha enganchado, me hace sentir bien, es como meditación, me gusta sentir ese agotamiento físico. Te hace sentir viva, me hace recordar la suerte que tuve.

Es una pena haber tenido que sufrir un accidente para darse cuenta de toda esta reflexión, lo ideal sería bajar del guindo antes de que pasen estas cosas… lo cierto es que creo que como “mi yo” de antes hay mucha gente, a veces me molesta cuando oigo a alguien decir:

¡Qué asco de día! ¿Asco? hay gente que no ha tenido la suerte de vivir este día, no se puede ser tan egoísta.

Es una suerte que estemos aquí, es una suerte sentirse cansada y agotada porque eso quiere decir que sientes, quiere decir que estás… supongo que tener un accidente así te cambia la perspectiva…

Precisamente por eso corro, porque me hace recordar ese parrafito que acabo de escribir, y sentirme así me hace feliz, por eso yo digo que corro por mi VIDA.

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