Muchas cuestiones se repiten durante los últimos años en forma de mitos que podemos escuchar en el ámbito que rodea a la actividad física y el deporte. Uno de los más divulgados es que ayunando, o estando bajo condiciones de déficit alimenticio momentáneo, se promueve una mayor pérdida de grasa y, por tanto, es mejor para adelgazar. Los estudios científicos se han dedicado a estudiar dicha afirmación, y el último estudio que ha sido publicado muy recientemente ha desmentido cambios en la composición corporal de aquellos que lo practican. Veamos con más detenimiento esta investigación.
El estudio
Desarrollado por la Journal of the International Society of Sports Nutrition este mismo año 2014, por autores como Brad J Schoenfeld,AlanA Aragón y colaboradores. La hipótesis del estudio da nombre al mismo, y es que existe una creencia en la población que relaciona el ayuno con una mayor pérdida de grasa. Su intención era declinar la balanza hacia un lado o hacia otro, y los resultados mostraron que apenas influye en dicho objetivo. Participaron un total de 20 mujeres sanas en condición de voluntarias. Se dividieron dos grupos: uno formado por 10 mujeres que practicaban ejercicio en condiciones de ayuno y otro formado por el resto de mujeres que sí incorporaba una comida previa a la sesión. El entrenamiento constaba de 1 hora de ejercicio aeróbico con 3 sesiones semanales. Todos los sujetos del estudio fueron controladas por nutricionistas para crear una dieta hipocalórica en ambos casos, además de un seguimiento continuo para demostrar que verdaderamente lo estaban cumpliendo.También en los dos grupos se proporcionó un batido, en el primero después del ejercicio y en el segundo grupo antes del mismo.
Resultados
Los resultados se traducen en que ambas modalidades de ejercicio aeróbico (con y sin ayuno) provocaron beneficios a nivel general en la composición corporal(índice de masa corporal, diámetro, etc) pero la diferencia entre ambos no era significativa y se podría afirmar que no tiene ningún tipo de repercusión extra el estar en ayunas durante la actividad física aeróbica. No debemos tomar estos resultados como definitivos y afirmar rotundamente que no tiene ningún sentido practicar ejercicio sin desayunar. En mi opinión, la muestra poblacional es demasiado baja y se debería profundizar mucho más en el tipo de ejercicio junto con otros tantos factores a tener en cuenta. Sin embargo es un punto de partida que podría servir a futuros investigadores. Lo que está claro es que hacer ejercicio por las mañanas es una estupenda opción.