El cuerpo tiene la capacidad de sanar, pero no la puede ejercer si no le permite comer los nutrientes necesarios para salir de la lesión. Estos hábitos nutricionales le ayudarán a volver más pronto a sus entrenamientos
Proteínas: Promueven la recuperación. Se encuentran en: yogur bajo en grasa, leguminosas (frijol, habas, garbanzos, lentejas), pescado, pollo, carnes magras…
Ácidos grasos omega 3: Pueden ayudar a reducir la inflamación y acelerar la recuperación. Se encuentran en: nueces, linaza, salmón…
Vitamina C: Ayuda a reparar el tejido y mejora la función inmune. Se encuentra en: frutas cítricas, pimientos, fresas…
Zinc: Favorece la recuperación y al sistema inmunológico. Se encuentra en: almendras, carne roja, mariscos.
Calcio y vitamina D: Son esenciales para el desarrollo y reparación de los huesos. Se encuentran en: productos lácteos y alimentos fortificados con calcio. La exposición moderada al sol es una excelente forma de obtener vitamina D.